Portada

FABIÁN SEVILLA

2

Sevilla, Fabián, 1970-

El rey que quería todas las islas / Fabián Sevilla ; ilustra-ción Daniel Fajardo. -- Bogotá : Panamericana Editorial, 2018.

128 páginas : ilustraciones ; 12 x 21 cm. -- (Primer acto) ISBN 978-958-30-5767-0

1. Teatro infantil argentino 2. Humorismo argentino I. Fajardo, Daniel, ilustrador II. Tít. III. Serie

I862.6 cd 22 ed.

A1611761

CEP-Banco de la República-Biblioteca Luis Ángel

EL REY QUE QUERÍA TODAS LAS ISLAS Y OTRAS HISTORIAS LOCAS

3

Fabián Sevilla

El rey que quería todas las islas y otras historias locas

Ilustraciones de Daniel Fajardo

Primera edición en Panamericana Editorial, enero de 2019

© Fabián Sevilla

© 2019 Panamericana Editorial Ltda.

Calle 12 No. 34-30. Tel.: (57 1) 3649000

www.panamericanaeditorial.com

Tienda virtual: www.panamericana.com.co

Bogotá, D. C., Colombia

Editor

Panamericana Editorial Ltda.

Edición

Luisa Noguera Arrieta

Diagramación

Diego Martínez Celis

Ilustraciones

Daniel Fajardo

ISBN 978-958-30-5767-0

Prohibida su reproducción total o parcial

por cualquier medio sin permiso del Editor.

Impreso por Panamericana Formas e Impresos S. A.

Calle 65 No. 95-28, Tels.: (57 1) 4302110-4300355

Fax: (57 1) 2763008

Bogotá, D. C., Colombia

Quien solo actúa como impresor.

Impreso en Colombia - Printed in Colombia

Primera edición en Panamericana Editorial, enero de 2019

© Fabián Sevilla

© 2019 Panamericana Editorial Ltda.

Calle 12 No. 34-30. Tel.: (57 1) 3649000

www.panamericanaeditorial.com

Tienda virtual: www.panamericana.com.co

Bogotá, D. C., Colombia

Editor

Panamericana Editorial Ltda.

Edición

Luisa Noguera Arrieta

Diagramación

Diego Martínez Celis

Ilustraciones

Daniel Fajardo

CONTENIDO

Cada dedo (o deda) por su nombre

Caperucitas eran las de antes

¿Dónde estará mi pollito verde?

El peor amigo del perro

El regreso de Marco Polo

El rey que quería todas las islas

Olas que vienen… olas que van

Sugerencias de puesta en escena y escenografía

7

21

35

63

77

93

107

119

Cada dedo (o deda) por su nombre

Acto único

Personajes

Braulio

Laura, empleada de la oficina de patentes.

(Transcurre en una oficina llena de expedien-tes y papeles. Hay un mesón, tras el cual está Laura; encima, un cartelito anuncia: MARCAS Y PATENTES).

Braulio: (Entra). Buen día, señorita vengo a pa-tentar…

Laura: (Mientras saca una planilla). ¿Alguna má-quina que ha inventado? ¿Una idea para evitar la deforestación del Amazonas? ¿La marca de alguna leguminosa que no produce gases?

Braulio: No, quiero registrar los nombres de los dedos de los pies.

Laura: (Al público). ¿Qué?

Braulio: Sí, suena raro, pero le explico: los dedos de las manos tienen nombres propios…

FABIÁN SEVILLA

8

Laura: (Mirándose una mano). Pulgar, índice, corazón, anular y meñique.

EL REY QUE QUERÍA TODAS LAS ISLAS Y OTRAS HISTORIAS LOCAS

9

Braulio: ( Melodramático ). En cambio, los pobre-citos de allá abajo carecen de identidad. Siempre ocultos adentro de las medias y los zapatos, nadie sabe cómo referirse a ellos. (Se saca un zapato y luego las medias; entonces apoya un pie sobre el mesón). Mire, hasta este sobrehueso tiene nombre…

MARCAS

Y

PATENTES

Laura: (Incrédula). ¿Y cómo se llama?

Braulio: Juanete. Mientras que a estos angelitos sin nombre, con ese jueguito de “este chanchito se robó un huevito”, no solo los tratan como si fueran porcinitos sino que, además, ¡se les acusa de un delito que no cometieron!

Laura: Pero el dedo chiquito tiene hasta apellido: “Meñique del Pie”.

Braulio: Lo sé, pero yo quiero llamarlo de un modo particular, que no haga falta aclarar de dónde es. ¿A usted le gustaría que la conocieran como Juanita de la casa de al lado o María del departamento de arriba?

Laura: Y no…

Braulio: Por eso estoy aquí. Además, cuando tengan nombres propios serán más útiles. Por ejemplo, se podrán usar para contar en las cla-ses de Matemáticas. Serán una alternativa para sacarse un moquito de la nariz y los pedicuros podrán reconocer a sus pacientitos por sus nombres.

Laura: ¿Sabía usted que hay pintores sin manos? Pintan hermosos cuadros sosteniendo los pince-les con los dedos de los pies.

Braulio: Fíjese, entonces, si no merecen un reconocimiento como el que se me ha ocurrido.

EL REY QUE QUERÍA TODAS LAS ISLAS Y OTRAS HISTORIAS LOCAS

EL REY QUE QUERÍA TODAS LAS ISLAS Y OTRAS HISTORIAS LOCAS

Laura: Pensándolo bien, tiene razón. ¿Y qué nombres ha pensado ponerles?

Braulio: Ese es el problema. Me he pasado días y noches pensando y no se me ocurre nada.

Laura: Veo que tiene tiempo para perder…

Braulio: ¿Qué?

Laura: (Disimulando). Que… que… puedo darle una mano, digo, un pie para bautizar a los deditos de los pies. ¿Por cuál comenzamos?

Braulio: Por el que más discriminado se debe sentir…

Laura: ¿Y ese cuál es?

Braulio: El dedo gordo. ¡Aunque tenga unos gra-mitos de más no hay derecho a hacérselos notar!

FABIÁN SEVILLA

FABIÁN SEVILLA

Laura: ¿Qué se le ocurre para el gordito, digo, ese dedo?

Braulio: (Dudando). Podría ser… podría ser…

Laura: ¡Gordofredo!

Braulio: ¿Cómo se le ocurre? (Se acaricia el dedo gordo del pie que tiene sobre el mesón). Si bien está panzoncito, deberíamos buscar un nombre que no lo ofenda como…

Laura: ¡Sancho Panza!

Braulio: ¡Me gusta! Es un nombre literario y que permitirá reconocerlo cuando alguien vaya al médico y le diga, por ejemplo: “Doctor, apreté a Sancho Panza con la puerta y se me hinchó”.

EL REY QUE QUERÍA TODAS LAS ISLAS Y OTRAS HISTORIAS LOCAS

Laura: Si usted lo dice… (Anota en la planilla). Sigamos con el segundo dedo…

Braulio: (Se mira ese dedo). Y… yo le veo cara de José o Juancito.

Laura: Piense en grande: hay miles de Josés y Juancitos pululando por el planeta. Busquémosle algo que suene glamuroso…

Braulio: Se me ocurre Emeterio, Fredesvindo, Macedonio…

Laura: (Molesta). ¿Y por qué no un nombre fe-menino? ¿Quién ha dicho que los dedos sean varones?

FABIÁN SEVILLA

Braulio: No había pensado la posibilidad de que los dedos podrían ser “dedas”.

EL REY QUE QUERÍA TODAS LAS ISLAS Y OTRAS HISTORIAS LOCAS

EL REY QUE QUERÍA TODAS LAS ISLAS Y OTRAS HISTORIAS LOCAS

Laura: (Exaltada). ¡Porque hasta en eso hay machismo!

Braulio: ¿Y cómo si tengo un dedo o una deda?

Laura: ¡Cada uno tiene derecho a determinar el género de sus dedos! Le sugiero llamarla Alda-gracia, Englantina, Longombardina…

Braulio: Ya sé: le pondremos Tertu-liana Querubina del Valle, en honor a mi abuelita. De ese modo, cada vez que alguien se vea esta “dedita” se acordará de ella.

FABIÁN SEVILLA

16

Laura: Y si se la pisan, se acodarán de la mamá del que se lo pisó. (Anota en la planilla). Vamos por el tercero…

Braulio: No se me ocurre nada. (Tiene una idea). Si estuviera en una mano sería el dedo corazón.

Laura: Así es…

Braulio: Entonces, pongámosle esófago, estó-mago, pulmón…

Laura: ¡Sea más creativo! Debería hacer referen-cia a algún órgano distinguido, como el cerebro. Reflexione: hay muchos que no tienen un cerebro en la cabeza, pero al menos lo tendrán dentro de los zapatos.

Braulio: Tiene razón. ¿Quién quita que cuando alguien quiera pensar, se tire de ese dedo o le refile la uña y le salgan ideas fenomenales?

Laura: Queda patentado como “Cerebro”. (Anota en la planilla). Ahora, pasemos al cuarto.

EL REY QUE QUERÍA TODAS LAS ISLAS Y OTRAS HISTORIAS LOCAS

17