Cinco ovejitas y Azul

Ana Guerrero y Andrés Guerrero

Cinco ovejitas

–¡Mamáaa...! ¡No puedo dormir! –se quejaba el lobo chico.

–Cuenta ovejas, verás cómo te duermes –contestó mamá loba.

El lobo chico se quedó pensando...

–Solo contar hasta cinco –dijo.

Y empezó a contar...

una... dos... tres... cuatro... cinco...

una... dos... tres... cuatro... cinco...

Pero, claro... no se durmió.Cinco ovejas son muy pocas para dormirse.

Y empezó de nuevo...

una... dos... tres... cuatro... cinco...