Por todos los vivos,
Por todos los muertos.

JAMES JOYCE, Los muertos

LA HORA AZUL

Título original: L’ora blu

© 2009 Massimo Scotti (texto)
© 2009 Antonio Marinoni (ilustraciones)

Traducción: Héctor Rodríguez de la O
Maquetación: Rodrigo Morlesin

© 2009 Topipittori, Milán
Viale Isonzo 16,
20135 Milán, Italia
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Primera edición impresa: 2012
Primera edición libro electrónico: 2015

eISBN: 978-607-735-498-7

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La hora azul

Massimo Scotti y Antonio Marinoni

as cosas abandonadas dan miedo. Unos creen que están cu- biertas de microbios; otros, temen que puedan explotar en cualquier momento.

Sólo los niños tienen el valor de acercarse y tocarlas, de abrirlas si están cerradas, e incluso de ponerse a jugar con ellas. Los niños y las personas muy curiosas, como el señor Tony Tanner, un coleccionista de timbres postales que, aquel día, encontró un libro abandonado.

Al ser, además de inglés, un hombre muy correcto, acudió de inmediato a la Oficina de objetos perdidos de la estación, pero estaba cerrada por ser día festivo.

Su tren estaba por partir, así que decidió llevarse el libro, ya que no tenía nada qué leer durante el viaje. Quizá, el libro; delicado, desgastado y extrañamente cubierto de polvo, había estado durante mucho tiempo en el extremo de aquella banca.

as estaciones son lugares singulares, son tan grandes y altas que podrían dar refugio a gigantes montados sobre corceles de gran tamaño, o incluso sobre elefantes. En cambio,